zonas que no contaban con universidades; implementamos el
programa PACE; e incorporamos la gratuidad como política educativa
permanente.
En Educación Técnico-profesional, estamos implementando de
manera progresiva la instalación de quince centros de formación
técnica estatales en todas las regiones, lo que permitirá crear una red
gubernamental de educación superior a nivel nacional. Por otro lado,
se integraron al proceso de gratuidad las instituciones con cuatro
años o más de acreditación y sin fines de lucro. Con ello, reforzamos
esta formación con el propósito de entregar a los y las estudiantes
diversas opciones para su crecimiento personal y laboral, y responder
adecuadamente a las necesidades de desarrollo a lo largo del país.
Todas estas iniciativas evidencian que el gran objetivo ha sido
asegurar que ninguna persona talentosa deje de cumplir sus máximas
aspiraciones educacionales, ya sea por falta de capacidad económica
o por la inexistencia de oferta educacional pertinente y de calidad.
En los logros que hemos conseguido por una educación equitativa y
de calidad para el país, el aporte del Centro de Estudios MINEDUC ha
sido fundamental y determinante. Llevar a cabo cada una de las
iniciativas que conforman la Reforma Educacional necesitó de una
gran cantidad de datos, información, análisis e investigación nacional
e internacional, la cual fue entregada por las y los especialistas que
conforman este equipo. La contribución realizada durante estos años,
en su incansable esfuerzo por proveer evidencia a las políticas
educativas y al debate público, queda reflejada en esta memoria,
constituyéndose en un verdadero referente institucional de
información y conocimiento en materia educativa.
Adriana Delpiano P.
Ministra de Educación
Palabras de la Ministra
La Reforma Educacional llevada a cabo durante estos cuatro años ha
sido el resultado de la atenta y estudiada elaboración y puesta en
marcha de un conjunto de políticas de Estado cuyo objetivo ha sido
dotar a Chile de un sistema de calidad y más equitativo, acercándolo
así, a los estándares educativos de los países más desarrollados.
Así, aumentamos la cobertura en las edades iniciales –donde nuestro
país tenía una importante brecha en comparación con países más
avanzados– y dotamos al nivel de una nueva institucionalidad.
En educación escolar, redefinimos las reglas básicas para garantizar el
derecho a la educación para todas las personas por medio de la
eliminación del lucro, la selección y el copago. De esta manera,
aseguramos que la educación sea un espacio de inclusión y no de
segregación, que permita que sean las mismas familias las que
escojan el establecimiento donde desean educar a sus hijos e hijas,
sin barreras económicas ni discriminación académica o social; y que
se certifique, a su vez, que los recursos entregados por el Estado
tengan exclusivamente un uso educativo.
Además, creamos un Sistema de Educación Pública, ya que no existe
en el mundo un sistema educacional exitoso que tenga una política
débil de educación pública, e instauramos un Sistema de Desarrollo
Profesional Docente, con el fin de dignificar y dar perspectiva a la
profesión más importante para el desarrollo de un país.
En educación superior, impulsamos una reforma que contempla una
serie de medidas para asegurar a jóvenes y adultos el derecho a
acceder a una educación superior técnica o universitaria de calidad.
En efecto, disponemos de una nueva institucionalidad con capacidad
efectiva de fiscalización y generación de políticas públicas
pertinentes para el nivel; instauramos mejoras al sistema de
aseguramiento de la calidad y al fortalecimiento de las universidades
del Estado, junto con la ampliación de la oferta estatal en aquellas