Previous Page  12 / 16 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 12 / 16 Next Page
Page Background

Reforma

Educacional

pág. 12 | Especial Gratuidad

Desdeel añopasado, laGratuidad introdujouncambionosóloen

la vidade sus beneficiados, sino también en la vidauniversitaria.

Así lo cuentan profesores que enseñan en las instituciones

adscritas a estapolítica.

LLEGA AL AULA

CUANDOLAGRATUIDAD

“Uno ve que se esfuerzan. Están muy

conscientes de lo que significa estudiar

una carrera profesional, ya sea apoya-

dos por el Estado o por los papás”.

Julio Lira, académico de

la Universidad de Chile

86,7%

DE LOS JÓVENES QUE ACCEDIERON A LA

GRATUIDAD SE MANTUVO ESTUDIANDO EN LAS

INSTITUCIONES ADSCRITAS.

77,8%

ES LA RETENCIÓN DE QUIENES ESTUDIAN

SIN GRATUIDAD EN ESAS MISMAS

INSTITUCIONES

A

esta fecha ya empezaban a

irse los alumnos”, cuenta Edwar

Castillo profesor de Anatomía y

Primeros Auxilios de la carrera

Técnico en Enfermería del DUOC

UC de Valparaíso. “Tenían las ganas, pero

financieramente no podían seguir porque el

papá o ellos mismos se quedaban sin trabajo.

O bajaban las notas, porque tenían que em-

pezar a trabajar. Ahora están más centrados

en los estudios, pensando en sus prácticas,

en las pruebas. Hay más asistencia y menos

deserción”, añade este colombiano que hace

casi diez años hace clases en instituciones

de educación superior en Chile.

Los profesores que educan a los beneficiados

de Gratuidad coinciden en que notan que los

estudiantes tienen una carga menos sobre

sus hombros. Y coinciden también en que,

si los alumnos no les contaran, no tendrían

cómo saber cuáles tienen o no Gratuidad.

“Yo los veo muy conscientes y entienden

la responsabilidad de lo que viene después

por su título profesional. No hay diferencias.

La universidad tiende a homogeneizar a los

muchachos. Entonces en los resultados del

aula no ves una diferencia, no los podrías

distinguir”, asegura Julio Lira, académico que

dicta el curso Introducción a la Ingeniería en

la Universidad de Chile.

Con 200 alumnos en sus clases y diez años de

docencia, está convencido de que “el talento

está homogéneamente distribuido” en toda

la sociedad, y que no hay diferencias entre los

ingresos que tengan las familias de los alumnos.

Lo mismo que cree Karen Segovia. Ella no forma

ingenieros, sino que profesores en la Universidad

de Santiago y sentencia que las faltas de algunos

contenidos o habilidades se dan demanera trans-

versal, por lo que el desafío es hacia todos sus

alumnos. Lo que sí ha notado esta académica de

Castellano es que, con políticas como la Gratuidad

o los planes de inclusión, “están llegando jóvenes

que ingresan de otros contextos a la universidad

y eso hace que la población estudiantil sea más

diversa y no sólo de elite”.

En su caso, el mensaje que le da a estas aulas

diversas es que aprovechen la oportunidad que

se les abre. “Esto es algo que recién se está

logrando y tienen que responder a esta oportu-

nidad y ser responsables con sus estudios para

ser los mejores profesionales en las carreras que

elijan, porque esto tiene un rol social. Tienen que

seguir haciendo el esfuerzo porque aquí hay un

reconocimiento al mérito académico y ahora

depende sólo de ellos”, dice la profesora.